Por su parte, la sistematización de experiencias es una forma de gestionar el conocimiento que surge de las experiencias, e involucra a los actores participantes de las prácticas que en conjunto interpretan y reconstruyen la lógica de lo sucedido, para identificar el aprendizaje vivencial y transformarlo en conocimiento práctico. Es un proceso acumulativo que permite conocer el por qué y el para qué se realizó un proyecto, programa o acciones.
Lo sustancial en ambos procesos es transformar el conocimiento tácito en explícito, y comunicar el conocimiento de un grupo determinado a todos aquellos que les pueda interesar dejando un registro de los nuevos conocimientos que surjan.
Se trata de entrelazar hilos, cordones hasta conformar un tejido con las ideas, las experiencias, el aprendizaje colectivo y que pueda replicarse en diferentes espacios por el grado de comunicabilidad y exposición que le imprimen los actores sociales.
Texto e imagen Teresita Pérez
Moderadora
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